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martes, 4 de noviembre de 2008

Industria biónica, avaricia y corrupción


Industria biónica, avaricia y corrupción

Las partes corporales son un gran negocio en Estados Unidos. Tejidos, órganos, tendones, huesos, coyunturas, extremidades, pies, torsos y cabezas constituyen la mercancía de un negocio multimillonario. Grandes corporaciones como Johnson & Johnson, Bristol-Myers Squibb y Medtronic utilizan restos humanos para desarrollar equipos médicos. Por su parte, los investigadores los usan para mejorar las técnicas quirúrgicas y hasta para crear cosméticos. Y los médicos los utilizan para reemplazar las válvulas del corazón, tratar víctimas de quemaduras, reemplazar un hueso, entre muchas otras cosas.

Una cabeza cuesta hoy en día US$ 900; una pierna, cerca de US$ 1.000; las manos y pies se venden por varios cientos de dólares. Por otra parte, un cuerpo completamente desmembrado y desentrañado puede costar hasta US$ 10.000 en el mercado. Las ganancias son muy atractivas para los vendedores de partes corporales. Por otra parte, la supervisión de este mercado es casi inexistente y la corrupción campea.

Existen dos delitos muy comunes en el mercado de órganos. Primero, la venta ilegal de partes que pertenecieron a alguien que no donó sus órganos. Sólo 10% de los estados inspecciona los crematorios o les exige algún tipo de certificado a sus trabajadores. Algunos dueños de crematorios ganan cientos de miles de dólares desmembrando cuerpos destinados al crematorio y vendiendo las partes. Por otra parte, hay asistentes de médicos forenses que venden partes bajo la mesa.

Segundo, y más complicado, el comercio de cuerpos que han sido donados con propósitos científicos. Los donantes y sus familias esperan que estos cuerpos lleguen a laboratorios de anatomía o escuelas de medicina y que, tras la disección, sirvan para entrenar a la nueva generación de médicos. Este es el destino de muchos de los cuerpos. Pero no de todos. Algunas escuelas de medicina están implicadas en el tráfico de restos humanos. Desde luego, las familias de los donantes no son informados de esto ni reciben ganancia alguna.

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